El estudio concluyó que la implantación de audífonos en las personas con pérdida auditiva que no los habían llevado previamente provocaba una considerable reducción en la fatiga debida a los problemas de audición, un aumento de los niveles de vida social y una disminución en las restricciones a participar en actividades sociales en comparación con el grupo de control que no utilizó dichos dispositivos.

Dos grupos de participantes

Los 106 participantes del estudio tenían entre 18 y 75 años. Para entrar en el grupo de los nuevos usuarios de audífonos los participantes debían haber declarado tener dificultades de audición, ser la primera vez que utilizaban audífonos y no haber acudido a una clínica audiológica por tinnitus o problemas vestibulares. El Departamento de Audiología de la Glasgow Royal Infirmary fue quien reunió a este grupo. Los participantes incluidos en el grupo de control del estudio también debían haber declarado tener dificultades de audición y no haber utilizado nunca audífonos.

Todos los que empezaron a utilizar audífonos completaron una batería de automedición de los resultados en cuatro ocasiones: antes de la implantación y a las 2 semanas, a los 3 meses y a los 6 meses desde la implantación.

El estudio, titulado «Hearing Aids Reduce Daily-Life Fatigue and Increase Social Activity: A Longitudinal Study» (Los audífonos reducen la fatiga diaria y aumentan la vida social: un estudio longitudinal), se publicó en la revista Trends in Hearing.