Estudios realizado por expertos sugieren que existe una relación entre la aceleración del deterioro cognitivo y la pérdida de audición y visión. Esto se fundamenta en la relación del ser humano con el mundo que le rodea, dado que las personas con deficiencias auditivas y oculares reciben menos estímulos del entorno, y por lo tanto las funciones mentales disminuyen.

Por un lado, un estudio dirigido por el doctor Lin, en el Centro Johns Hopkins para el Envejecimiento y la Salud reveló que las personas que experimentaron pérdida de audición eran más proclives a desarrollar una disminución cognitiva en los seis años subsiguientes. Y por otro lado, otro estudio, realizado por Rogers y Langa, concluyó que los ancianos con poca visión tenían un 63 por ciento de probabilidades de desarrollar deterioro cognitivo.

A continuación tenemos algunas de los problemas auditivos que nos podemos encontrar en el adulto mayor:

Enfermedad degenerativa del oído

Consiste en la acumulación de líquido en el oído interno. Esta condición genera mareos fuertes, silbido en el oído y pérdida de la audición.

Presbiacusia

Es la patología más habitual de pérdida de la audición en personas mayores. Consiste en un proceso de envejecimiento de los huesos del oído. Genera disminución de la sensibilidad auditiva, además de incomprensión del habla.

Hipoacusia

Se trata de un problema de salud crónico en el que se pierde la capacidad de percibir la intensidad de los sonidos. La hipoacusia leve se trata con audífonos, mientras que las moderadas y severas se tratan con implantes cocleares.

¿Cómo ayudar a una persona mayor con problemas auditivos?

• Antes de hablarle, llamar su atención mirándole de frente.
• Eliminar los ruidos de fondo y asegurarse de que no existan barreras entre la persona mayor y el interlocutor.
• Hablar de forma clara y pausada, colocándose a una distancia mínima de un metro.
• Repetir con calma las frases que la persona mayor no ha entendido bien.
• Pedir al anciano que repita las frases que escuchó.